Jornada 2 y no por ello menos intensa. Seguimos en Somiedo, en Asturias y nos faltan palabras de admiración para poder describir lo que estamos conociendo…
Resulta curioso ver como no perdemos la capacidad de asombrarnos ante la imponente montaña, ante las aguas cristalinas de un lago, ante el intenso color morado de las flores que nacen del suelo como por casualidad. Es casi mágico ver a través de la tablet como por un instante nos hemos convertido en pájaros, sobrevolamos lo inmenso y lo retenemos en nuestra retina sintiendo como el paso del tiempo sólo ha aportado mas elegancia al paisaje, como por suerte la mano del hombre no ha llegado a dejar huella porque lo único que escuchamos además de un sobrecogedor silencio, es el murmullo del viento.
Acabamos la jornada con nuestras tarjetas llenas de imágenes y nuestros pulmones llenos de vida. Sólo os podemos adelantar alguna instantánea de nuestro recorrido pero creemos que es fiel reflejo de lo que nos y os espera…disfrutadlas.